Un dictamen del corazón suena determinante, suena como algo que se debe cumplir, porque se desea cumplirlo. Es el mejor lavado de cerebro posible.
Y es por eso que el Zorro solía pasar horas mirando fijo al Tejón. Pretendía meterle dentro de la cabeza que lo mejor que podía llegar a hacer era dedicarse a la colección de estampillas por tiempo completo.
1 comentario:
Un dictamen del corazón (quizás) suena determinante. ¿El sonido lo hace determinante? ¿O es el impulso, la pulsión, el deseo que recorre el cuerpo para cumplirlo?
Anónimo, Midori.
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