viernes, 5 de febrero de 2010

Macdonal

Habiamos estado toda la tarde buscando un lugar donde pasar la noche y abrigarnos del frio. Lo mejor que encontramos fue el Macdonal. Cuando entramos el abuelo se quejo como de costumbre pero igual entramos y pedimos la comida. Una vez que la recibimos fuimos a sentarnos. El lugar era horrible los unicos asientos libres estaban junto al pelotero. Y precisamente esa era la zona donde estaba atiborrado de mocosos que saltaban de un lado para el otro. Como si todo lo que hubieran consumido en su vida fuera azucar.
Me sente primero, me saque mi campera de cuero, abri los bolsillos y saque dos frascos de ribotril. Los abri y desparrame el contenido en el piso
- HEY, confites gratis- grite. Nancy me miro con sarcasmo. -Te parece que va a servir?-
-Dios quiera que si- Dije yo. Mire al piso, mire a los idiotas que se movian por ahi. Era evidente que no iban a frenar tan facil.
El abuelo se rasco la cabeza y se acerco a mi. -Esto es culpa del consumismo, todos los niñitos de mami miran la tele y de casi angeles pasan a macdonalds y de macdonalds a hacerse y una liposuccion express...- Aparentemente siguio hablando, otra vez su discurso.

Seguimos comiendo por unos instantes hasta que levante la vista de mi hamburguesa quintuple con papas y mire a Nancy. Hacia por lo menos 5 minutos que estaba inmovil, viendo a uno de los chicos. Este permanecia a unos metros de nosostros, acunclillado. Tenia la mirada un poco bizca y no parecia muy cuerdo. Mi tipo de amigo pense. Nancy me miro, algo asustada y alli fue cuando todo empezo: el niñito empezo a gatear, como si reptara en cuatro patas. LLego hasta un rincon del pelotero, empezo a sacarse algo de los bolsillos y meterselo en la boca. Que esta comiendo ese mocoso?- pregunto el abuelo- a su edad nosotros nos instruian para la fabrica, trabajabamos de sol a sol y no haciamos este tipo de espectaculos. Nancy se paro, y avanzo hasta el chico que a esa altura ya estaba babeando espuma. Mire el piso, no habia ninguna de las pastillas. El hijo de puta se las habia mandado todas y empezaba a temblar.
Me pare y me acerque a Nancy, le dije que no se preocupara. Mire al chico y lo golpee. Le clave todo mi antebrazo en el estomago hasta sentir que se frenaba con su espina dorsal. Cayo temblando por el dolor y empezo a vomitar a chorros, una dos tres o cuatro veces se sacudio mientras iba regando al rededor con restos de las hamburguesas y pastillas que habia comido.
Me sente y segui comiendo mi hamburguesa quintuple con papas.

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