lunes, 2 de noviembre de 2009

C

El chicle ya habia perdido el sabor hacia dos horas, pero aun seguia tirado en la cama mirando el techo. Contar vueltas del ventilador no era muy entretenido y ella seguia enojada. Me levante, abri la heladera y saque una botella de agua. Se me ocurrio que lo mejor que podia hacer era tirarla toda encima de la cama, enfriarla toda, inundarla. A la cama por supuesto. Y despues mojarme yo. Y despues dejarme secar al aire, y aprovechar ese tiempo para pensar ¿Como mierda habia terminado en esa sintonia?. Me refiero, a que si lo tengo que enfrentar, okai lo hago sin drama... pero con que sentido?. Distanciandome un poco de la apatia volvamos al tono que tenia un par de lineas mas arriba. Retomemos. Yo, empapado, tirado en la cama mientras pienso y cuento las vueltas del ventilador. Saco otro chicle, como si fuera un reset, y elegimos otro camino: la pagina 153 terminaba con el personaje muerto, asi que sacamos el dedo donde marcabamos la ultima eleccion y retomamos desde ese punto. Y asi, una y otra vez. Prueba y error hasta encontrar el camino hasta la ultima pagina, siempre el ultimo final era el mejor. Elige tu propia aventura.... la vida es un poco asi, no?

Y ella abrio la puerta. Elige tu propia aventura me dije, asi que me levante, cambie el disco de Porcupine y puse uno de Simon & Garfunkel. Era algo mas alegre para quebrar la inercia.
Para esa hora ya me habia secado (la cama seguia empapada) asi que no me moleste en cambiarme la remera. Nomas la segui hasta la cocina, la abrace de nuevo y espere a ver como respondia. Me abrazo, y cuando vi su cara aun sonreia. Era todo lo que necesitaba. Pero algo me seguia picando en alguna parte del cuerpo.

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