“Ppppaparruchas sentimentales. ¡¡¡Nada más que eso son!!!” Dijo el zorro, y salió corriendo de la cocina, tapándose las orejas y negándose a escuchar. Por su parte el tejón dudaba... no sabía si darle cierto reconocimiento, aunque sea a nivel literario, o directamente sumarse a la categórica declamación del zorro.
Pero la Salamandra no dudó. No flaqueó en lo más mínimo, abrió el “Cronista” y continuó leyendo: Así como Casandra le predijo funesto destino a Agamemón Átrida y éste, ignoro sus prudentes augurios; así la Salamandra leía el Horóscopo a sus compañeros de departamento que acababan de escabullirse.
El Zorro era de Aries:
“El predominio de las actitudes cálidas y cariñosas favorecerán la complementación en la pareja y mejorarán las relaciones animales en general. Cuídate de accidentes domésticos sobre todo con las hornallas.”
El tejón era de Géminis:
“Inesperados desequilibrios de la pareja en relación a los vínculos con la familia política. El Sol entrando en Virgo ayudará a la inspiración en asuntos indeterminados y nebulosos, tu energía tenderá a aprovecharse al máximo durante las horas pico, ponele 06:00, 06:30. Molestias musculares.”
La salamandra era de Piscis:
“Una sugestiva conexión con personas de otras dimensiones puede alimentar tus fantasías amorosas y renovar tus ilusiones sentimentales. Más atención con la ubicuidad: la falta de seriedad en los compromisos espacio-temporales puede vulnerar tu buena reputación y ocasionar la pérdida de buenas oportunidades. Altibajos en la presión astral.”
La salamandra terminó de leer y cerró el “Cronista”. Apoyo una pierna arriba de la mesa y termino el café con leche con medialunas que habia dejado el zorro.